Lota se divide en dos sectores: Alto y Bajo. En la primera parte se encuentran los hitos mayormente conocidos y recordados por quienes visitan la localidad. El lugar es la cuna del afamado Parque de Lota.
Construido por Isidora Goyenechea de Cousiño, correspondió al mejor gusto y estilo de una época en que su familia era la más acaudalada de la nación. Las casi 15 hectáreas que comprende el parque fueron diseñadas por paisajistas franceses entre 1866 y 1872, trayendo fuentes, estatuas, faroles, árboles y edificios desde la mismísima Europa. En la actualidad cuenta con un parque botánico, con especies arbóreas únicas en Chile y las ruinas del fastuoso palacio construido por la familia y que fue destruido por el terremoto del año 1960.
A la entrada del parque (cuya ingreso oscila entre los $1600 y $1200 pesos) se encuentra el quiosco chino donde doña Isidora acostumbraba a tomar el té con sus visitas. Además, la antigua casa de portería hoy está convertida en el Museo Histórico de Lota, en que se encuentran conservados vestidos de la época, cartas y artefactos que muestran al visitante más claramente los acontecimientos pasados.
El sector se encuentra lleno de viejas casonas con más de un siglo de vida. Por las calles es posible apreciar las viviendas sociales del siglo XIX, infinitamente superiores a las actuales tanto por estilo arquitectónico como por porte. En el barrio encontrará la Iglesia San Matías, la más bonita de Lota, en las que descansan los restos del mentor lotino, don Matías. Difícil es pensar en algo rimbombante, ya que solamente se encuentran las iniciales grabadas en la lápida.
Construido por Isidora Goyenechea de Cousiño, correspondió al mejor gusto y estilo de una época en que su familia era la más acaudalada de la nación. Las casi 15 hectáreas que comprende el parque fueron diseñadas por paisajistas franceses entre 1866 y 1872, trayendo fuentes, estatuas, faroles, árboles y edificios desde la mismísima Europa. En la actualidad cuenta con un parque botánico, con especies arbóreas únicas en Chile y las ruinas del fastuoso palacio construido por la familia y que fue destruido por el terremoto del año 1960.
A la entrada del parque (cuya ingreso oscila entre los $1600 y $1200 pesos) se encuentra el quiosco chino donde doña Isidora acostumbraba a tomar el té con sus visitas. Además, la antigua casa de portería hoy está convertida en el Museo Histórico de Lota, en que se encuentran conservados vestidos de la época, cartas y artefactos que muestran al visitante más claramente los acontecimientos pasados.
El sector se encuentra lleno de viejas casonas con más de un siglo de vida. Por las calles es posible apreciar las viviendas sociales del siglo XIX, infinitamente superiores a las actuales tanto por estilo arquitectónico como por porte. En el barrio encontrará la Iglesia San Matías, la más bonita de Lota, en las que descansan los restos del mentor lotino, don Matías. Difícil es pensar en algo rimbombante, ya que solamente se encuentran las iniciales grabadas en la lápida.
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